jueves, 5 de enero de 2017

De Puntofijo a Tinajero




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Rafael Caldera // Reflexiones de Tinajero
  DIARIO
miércoles 15 de febrero de 2006  12:00 AM
Observación internacional

La lucha por la democracia es un esfuerzo de todos los países. Para asegurar que las elecciones dejen plena libertad a los votantes de escoger el candidato de sus preferencias y le den la seguridad de que su voto no será alterado, se ha introducido la costumbre de invitar para los procesos a observadores internacionales, que vienen en situaciones respetables por sus antecedentes y por sus características. 

El sistema electoral venezolano ha funcionado invitando a observadores, pero pareciera que todo lo que se busca con estos observadores es que le den confianza a los resultados, pero los organizadores del proceso no se creen obligados a cumplir las reglas que garanticen la transparencia y la rectitud del proceso electoral. Los señores del CNE y del Gobierno han considerado que los observadores se deben limitar a decir que se hizo la convocatoria, que se contaron los votos y tuvieron el resultado que se anuncia. Pero esto no es suficiente; esos observadores están obligados por su propia responsabilidad a señalar los aspectos que sean más importantes en el proceso. Por esto, los observadores enviados por la Organización de Estados Americanos a Venezuela se sintieron obligados a hacer constar el elevadísimo nivel de abstención que hubo en las elecciones, como es necesario reconocer la verdad, si esta abstención electoral fue voluntaria, y estuvo fundada en la falta de confianza de los electores por el proceso electoral. El Gobierno, sin embargo, consideró una ofensa el haber planteado en una reunión del Consejo de la Organización para los Estados Americanos, el hecho de la abstención como consecuencia de la falta de confianza de los electores en esas autoridades actuales. Plantearon otras observaciones más de verdadera importancia, pero esta fue la fundamental. Y el Gobierno consideró una ofensa y una maniobra malintencionada el hecho de haber planteado en el Consejo de la Organización el informe de la abstención. Los observadores con su informe, lo que estaban eran cumpliendo con su obligación. Si se invita a un observador es con el objeto de que después justifique todos los aspectos del proceso. Los observadores enviados por la OEA justificaron el proceso, pero no pudieron menos que señalar el hecho tan relevante de la abstención, en la cual la inmensa mayoría de los venezolanos se negó a votar, a pesar de la presión y las maniobras del Gobierno para tratar de aumentar la concurrencia. ¿Qué pasará con las elecciones presidenciales de diciembre? Es posible que no se invite a los observadores, porque los consideren un instrumento peligroso. La cuestión está planteada, pero está planteada sobre todo como una cuestión fundamental. Se va a dirimir la controversia sobre el papel de los observadores electorales. ¿Van a ser unos mirones que pongan su firma en lo que los que los han invitado les señalen? ¿O se va a traer observadores con autoridad moral y jurídica para hacer las observaciones que consideren indispensables? Lo cierto del caso es que la reunión del Consejo de la OEA pone muy en duda la validez del proceso del cual salió la actual Asamblea Nacional. El que lea el Informe de la OEA llegará a la conclusión de que la legitimidad de la Asamblea electa no existe y que tienen razón los ciudadanos que se negaron a concurrir a emitir votos espurios, ilegítimos.

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