martes, 26 de agosto de 2014

La Opinion de Otro



“Creer para Hacer”
Por si no lo sabía
  Es un proyecto de país que propone un estado unitario, no reconoce la independencia de los poderes que lo conforman, con economía dirigida por el gobierno central, en cuya mano se concentra todo el poder, en su definición como concepto aspira a poner de lado la razón para someter la voluntad y acción tras algunas consignas consideradas como fundamentales, para ello se define como nacionalista. Se autoidentifica como victima de factores externos, proclamando la revancha y la violencia en contra de quienes se supone son sus amenazas. Para lo cual conducen a la violencia a sus masas adoctrinadas, usan todos los componentes de Estado para atacar a esos enemigos, usando sin límite un gran aparato de seguridad repetidor de consignas.
  Su principal estrategia para difundir su proyecto consiste en atacar sistemáticamente a la gente que se opone, no por su responsabilidad sino por el grupo al cual pertenece. Recurre demagógicamente como método de persuasión al miedo y frustración colectiva, exacerbándolos mediante la violencia, la represión y la propaganda, manipulándolos contra ese enemigo común, real o imaginario, interior o exterior usándolo como “chivo expiatorio” frente al cual se precisa volcar toda la agresividad de manera irreflexiva, para lograr así la unidad y adhesión de la población, sea voluntaria o por la fuerza.
  El plano educativo se caracteriza por la desinformación y manipulación de supuestos valores patrios históricos y encuadramiento social que vician y desvirtúan la voluntad mayoritaria. Llegan a desarrollar la “oclocracia”, cuyo significado es “gobierno de las muchedumbres” , reemplazando así la voluntad de un pueblo organizado por una anarquía multitudinaria, lo cual representa un recurso clave para el liderazgo carismático cuya consecuencia constituye fuente principal de legitimidad para el caudillo.
  El proyecto se nutre ante todo de un nacionalismo exacerbado que identifica tierra, pueblo y estado con el partido y su líder, tiene conexiones con la izquierda política y es una variante chovinista del socialismo de Estado. Su programa económico y discurso político colectivista (proteccionismo, nacionalización, etc.) desarrollan una política paternalista, de sindicato vertical y único, para que tanto trabajadores como empresarios obedezcan las directrices superiores del gobierno, como en un ejército.
  Pretenden ser una idea totalmente original; sin embargo, en la práctica, más que una idea original constituyen un “arroz con mango” de varias ideas políticas, proyectos, discursos, etc. Aglutinadas siempre bajo el nacionalismo unitario y el autoritarismo centralista.
  El proyecto tuvo en el pasado respaldo de religiones como la católica y la protestante, al punto que en 1933 se constituyo en Alemania la Iglesia Evangélica de Reich, dividiendo al cristianismo, el pastor Dietrich Bonhoeffer termino encarcelado y ejecutado en 1944.
  El proyecto y su ideología no es nuevo, a decir verdad ha evolucionado pretendiendo actualizar ideas y conceptos, pero en el fondo sigue siendo un proyecto fascista.
  La próxima vez que le digan fascista, pregúnteles a quien la esgrime sobre si sabe a qué y a quien se refiere.
Helmut Shatte
Columnista de Puerto La Cruz-Venezuela
Diario El Tiempo, Puerto La Cruz; miércoles 11 de junio de 2014…



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