“Creer para
Hacer”
Por si no lo
sabía
Es un proyecto de país que propone un estado
unitario, no reconoce la independencia de los poderes que lo conforman, con
economía dirigida por el gobierno central, en cuya mano se concentra todo el
poder, en su definición como concepto aspira a poner de lado la razón para
someter la voluntad y acción tras algunas consignas consideradas como
fundamentales, para ello se define como nacionalista. Se autoidentifica como
victima de factores externos, proclamando la revancha y la violencia en contra
de quienes se supone son sus amenazas. Para lo cual conducen a la violencia a
sus masas adoctrinadas, usan todos los componentes de Estado para atacar a esos
enemigos, usando sin límite un gran aparato de seguridad repetidor de
consignas.
Su principal estrategia para difundir su
proyecto consiste en atacar sistemáticamente a la gente que se opone, no por su
responsabilidad sino por el grupo al cual pertenece. Recurre demagógicamente
como método de persuasión al miedo y frustración colectiva, exacerbándolos
mediante la violencia, la represión y la propaganda, manipulándolos contra ese
enemigo común, real o imaginario, interior o exterior usándolo como “chivo
expiatorio” frente al cual se precisa volcar toda la agresividad de manera
irreflexiva, para lograr así la unidad y adhesión de la población, sea
voluntaria o por la fuerza.
El plano educativo se caracteriza por la
desinformación y manipulación de supuestos valores patrios históricos y
encuadramiento social que vician y desvirtúan la voluntad mayoritaria. Llegan a
desarrollar la “oclocracia”, cuyo significado es “gobierno de las muchedumbres”
, reemplazando así la voluntad de un pueblo organizado por una anarquía
multitudinaria, lo cual representa un recurso clave para el liderazgo
carismático cuya consecuencia constituye fuente principal de legitimidad para
el caudillo.
El proyecto se nutre ante todo de un
nacionalismo exacerbado que identifica tierra, pueblo y estado con el partido y
su líder, tiene conexiones con la izquierda política y es una variante chovinista
del socialismo de Estado. Su programa económico y discurso político
colectivista (proteccionismo, nacionalización, etc.) desarrollan una política
paternalista, de sindicato vertical y único, para que tanto trabajadores como
empresarios obedezcan las directrices superiores del gobierno, como en un
ejército.
Pretenden ser una idea totalmente original;
sin embargo, en la práctica, más que una idea original constituyen un “arroz
con mango” de varias ideas políticas, proyectos, discursos, etc. Aglutinadas siempre
bajo el nacionalismo unitario y el autoritarismo centralista.
El proyecto tuvo en el pasado respaldo de
religiones como la católica y la protestante, al punto que en 1933 se
constituyo en Alemania la Iglesia Evangélica de Reich, dividiendo al cristianismo,
el pastor Dietrich Bonhoeffer termino encarcelado y ejecutado en 1944.
El proyecto y su ideología no es nuevo, a
decir verdad ha evolucionado pretendiendo actualizar ideas y conceptos, pero en
el fondo sigue siendo un proyecto fascista.
La próxima vez que le digan fascista,
pregúnteles a quien la esgrime sobre si sabe a qué y a quien se refiere.
Helmut Shatte
Columnista
de Puerto La Cruz-Venezuela
Diario El
Tiempo, Puerto La Cruz; miércoles 11 de junio de 2014…
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