Extraído del libro LOS ADECOS EN EL PODER. Autor; Sanin. Colección Criterios, Caracas, octubre de 1983. Páginas; 92 al 100.
RETRATO DE MEDINA
CONVERSACIONES CON ARTURO USLAR PIETRI
En
Paris hable largo con Uslar Pietri sobre el presidente Medina. Estaba
desempeñando la embajada ante la Unesco y Uslar llego a Francia de
vacaciones. Era el año de 1982 y el gran escritor accedió a hablar de
los años de Medina, cuando Uslar fue actor principal de la política y
líder indiscutible del PDV. Su testimonio es muy importante porque Uslar
es de los pocos ministros de esa época que esta en plena creación
intelectual y porque el posee la mejor información histórica y personal
sobre un gobierno cuyas realizaciones han sido deformadas o silenciadas
durante la era democrática que comenzó el 23 de enero de 1958.
- ¿Cuando conoció usted al general Isaías Medina Angarita?
- No
recuerdo con precisión cuando conocí a Medina. Ha debido ser en los
años de mi adolescencia en Maracay y de estudiante en Caracas cuando
vine a tratarlo personalmente. Por el largo tiempo que fue comandante de
la Compañía de Cadetes de la Escuela Militar, se convirtió en un
personaje muy popular y conocido entre los círculos de intelectuales y
bohemios de Caracas. De esa época data su amistad, en algunos casos muy
estrecha, con hombres como Tito Salas, Rómulo Gallegos, Andrés Eloy
Blanco, Francisco Pimentel, Leoncio Martínez (Leo) y otros muchos. Se
sentía muy a gusto entre escritores y artistas y su extraordinaria
simpatía personal le granjeaba fácilmente amistades. Después de ser
designado Ministro de Guerra por el General López Contreras, continuamos
teniendo muy cordiales relaciones de amistad y nos veíamos con alguna
frecuencia.
- ¿Cómo fueron sus relaciones con Medina durante el gobierno de López Contreras?
- Cuando
fui designado Ministro de Educación en julio de 1939 por el Presidente
López Contreras, mi amistad con Medina, que era Ministro de Guerra, se
hizo aun más estrecha y constante. Nos veíamos con frecuencia. Nuestros
dos Despachos colaboraron muchas veces en muchos proyectos relacionados
con la educación física y las conmemoraciones patrias, y muchas veces
tuvimos largas conversaciones sobre el país, la política y el porvenir.
Cuando Medina se convirtió en el candidato gubernamental a la
Presidencia de la Republica para el periodo 1941/1946, yo continuaba en
el Gabinete. En alguna ocasión me pidió opiniones sobre declaraciones
que pensaba formular y fue solo escasamente 4 o 5 días antes de tomar
posesión de la Presidencia cuando me llamo para decirme que deseaba
contar con mi colaboración inmediata y que por lo tanto me ofrecía la
Secretaria de la Presidencia. Creo que en Medina debió influir para esta
decisión el conocimiento que tenia de mi carácter y de mi persona, mi
labor en el Ministerio de Educación y mi actitud en el Gabinete. Desde
el momento mismo en que me designo, tuve toda la plenitud de
su confianza y todos los asuntos del Gobierno pasaban por mis manos sin
ninguna reserva. Era Medina hombre sagaz y observador, de inteligencia
abierta y comprensión rápida, que comprendía fácilmente las cuestiones y
con quien era grato trabajar. Era hombre de extraordinaria delicadeza
personal, nunca alzaba la voz, nunca intentaba imponer su criterio sino
que oía con atención, discutía y finalmente tomaba sus decisiones. Me
toco vivir junto a el momentos difíciles en los cuales sus excepcionales
Condiciones
humanas se pusieron más aun de manifiesto. En la Secretaria de la
Presidencia yo fui objeto sistemático de muchos ataques provenientes de
muchos de sus seguidores, en forma solapada y abierta. Era yo el primer
Secretario de la Presidencia que desde la época de Gómez no había nacido
en los Andes y esto permitió que gentes turbias comentaran que yo
detestaba a los andinos. Otros me acusaban de antimilitarista o de
peligrosas inclinaciones hacia la izquierda. En algunos casos se llego
al extremo de atribuirme hechos y opiniones para hacer ver que yo me
jactaba de ser la persona más poderosa en el Gobierno y de tener una
influencia ilimitada sobre el Presidente. Con su innata noblez y su
rectitud moral, Medina nunca hizo caso de estas acusaciones y aun en
ciertos casos en que yo le planteaba la conveniencia de separarme de la
Secretaria para ponerle cese a esta nefasta y dañina propaganda, se negó
abiertamente y en mas de una ocasión hizo declaraciones publicas en
defensa mía. Esto revela el grado de identificación y de lealtad mutua
que nos unía y que ni su muerte ha contribuido a debilitar ni a
destruir. Por lo demás Medina sabia perfectamente como era de
irreprochable mi conducta política, como me oponía a toda maniobra y
como le servia con la mas estrecha lealtad.
- ¿Cuándo, como y por que Medina reacciono contra López Contreras?
- Ha
sido tradicional dentro del sistema presidencialista venezolano que el
antecesor designante y el sucesor designado terminen fatalmente por no
entenderse. El Presidente saliente y los descontentos que tienden a
rodearlo consideran inadmisible todo lo que se aparte de la mera y
simple continuidad del régimen anterior. Ni en Medina, ni en López hubo
intención de distanciarse. Me consta que Medina sentía un inmenso afecto
por López Contreras y que deseaba mantener con el las mejores
relaciones. Pero, desgraciadamente, algunos cambios de Gabinete, ciertas
innovaciones administrativas como la declaración del 1* de mayo como
Día del Trabajador, trajeron inevitables malentendidos y fueron
comentadas desfavorablemente en el circulo político que rodeaba al
General López Contreras. La cuestión final y a mi modo de ver definitiva
fue el problema de la candidatura presidencial para las elecciones que
debían celebrarse en 1946. Algunos amigos del General López Contreras
deseaban que este volviera a la Presidencia de la Republica como sucesor
de Medina. Pensaba Medina por su parte, y no sin razón, que la vuelta
del General López como sucesor suyo iba a revestir todo el aspecto de
una componenda y que la imagen histórica de ambos sufriría por este
hecho. Se hicieron sinceros esfuerzos, en los cuales yo tome parte muy
activa, para que pudieran llegar a un acuerdo en torno a un candidato
aceptable por ambos. Desgraciadamente esto no fue posible por la
decisión del General López Contreras de mantener su candidatura. En una
ocasión, ya en 1945, tuve una conversación personal y muy franca con el
General López Contreras, por insinuación del doctor Manuel Egaña. En esa
oportunidad le reitere en nombre de Medina y en el mío propio la
necesidad de que llegaran a un acuerdo en torno a una candidatura, los
graves peligros que para el futuro de la democracia presentaba una
ruptura entre ellos y la necesidad de que todos hiciéramos un supremo
esfuerzo para alcanzar esa solución. Le llegue a decir aun mas, que
sabia que algunos de sus amigos me señalaban como el causante y promotor
del distanciamiento entre Medina y el y que para mostrarle mi voluntad
de colaborar en un entendimiento, estaba dispuesto a renunciar
inmediatamente a mi posición de Secretario del Presidente y a retirarme
del país por un tiempo prudencial en alguna Misión Diplomática. Me dijo
entonces que nunca había creído semejante infundio, que yo tenia toda su
amistad y confianza y que consideraba que no se justificaba mi
separación del gobierno, pero que ya era muy tarde para llegar a un
entendimiento en torno a una nueva candidatura. Si ese acuerdo se
hubiera logrado, como lo deseaba Medina y yo también, muy posiblemente
el país se habría ahorrado el episodio del octubre con todas sus
consecuencias.
- ¿Cuáles son la obras y realizaciones mas importantes del gobierno de Medina?
- Las
realizaciones mas importantes del Gobierno de Medina, que fueron muchas
y de inmenso merito si se piensa en la pequeñez de los recursos de que
se dispuso puesto que el mayor presupuesto de todo su periodo, que fue
el ultimo, apenas sobrepaso los 80 millones de bolívares, podrían ser
las siguientes:
En
primer lugar la afirmación y ampliación de la vía hacia la democracia
efectiva, no solo desde el punto de vista del mantenimiento escrupuloso
de los derechos ciudadanos y las libertades publicas, y la cesación de
toda forma de persecución política, sino, sobre todo, del propósito de
crear las bases fundamentales de la vida democrática, como son la
organización de los partidos políticos y de las organizaciones
sindicales. Bajo el régimen de Medina se estructuraron los partidos
políticos que iban a predominar en el desarrollo actual de Venezuela, el
Gobierno legalizo en la forma mas amplia a AD, al núcleo de lo que mas
tarde vino a ser Copei, y a la izquierda, comprendido el Partido
Comunista, después de la reforma de la Constitución que elimino la
prohibición de la ideas marxistas y comunistas. Medina comprendió muy
bien que sin partido no había democracia y que la sinceracion de la vida
política del país requería la organización de todos los sectores de
opinión en partidos y, entre ellos, desde luego, el muy importante
sector que apoyaba al Gobierno. La creación de PDV era el reconocimiento
por parte del Gobierno de que desde ese momento el futuro político del
país no dependería mas de caudillos o de imposiciones armadas sino del
juego de los partidos políticos, y que el gobierno daba el ejemplo de
someterse a las reglas de ese juego y de invitar a sus simpatizantes a
integrarse en una organización política para ir a disputar los votos
populares en la calle. A mi modo de ver, este es el hecho que define la
estabilización y el rumbo de la democracia venezolana y que hubiera
llevado al país pacíficamente y de manera segura y sólida a su
desarrollo político si no hubiera sido por el infortunado incidente de
octubre. Medina se enorgullecía, y con razón, en repetir cada año en sus
discursos presidenciales que no había en Venezuela ni un preso ni un
desterrado por motivos políticos. Es tal vez la única vez que con plena
seguridad un Presidente venezolano ha podido afirmar semejante cosa.
En
materia fiscal y administrativa fue muy importante el mantenimiento de
una rigurosa disciplina fiscal. Los presupuestos eran equilibrados y se
efectuaban estrictamente de acuerdo con la Ley sin ninguna forma de
endeudamiento. Se dio el inmenso paso de avance de crear el Impuesto
sobre la Renta, que por primera vez introdujo la justicia tributaria en
Venezuela y al mismo tiempo abría el camino para que el Estado pudiera
participar más justamente en la riqueza petrolera.
- ¿En que consistió la reforma petrolera de Medina?
- La
reforma petrolera de 1943 es un acontecimiento histórico de primera
magnitud. Puede decirse que la historia del petróleo en Venezuela
comprende tres etapas, a saber, desde la iniciación de la explotación
hasta 1942, época que se caracterizo por la falta de unidad y cohesión
en el sistema legal que regia la industria y por la muy pequeña
participación fiscal y administrativa del Estado. La época que se inicio
en 1943 con la Ley de Medina, que estableció la intervención del Estado
de un modo claro, que sometió a la industria a las leyes nacionales
impositivas, que unifico todo el sistema legal de esa actividad y que
estableció las bases para que la participación fiscal y administrativa
del Estado pudiera crecer ilimitadamente hasta llegar al control
completo. La tercera etapa seria la de la nacionalización, que no es
sino una consecuencia del sistema creado en la Ley de 1943. Por
mezquinos motivos políticos, no se le ha dado a esta transcendental
Reforma toda su importancia en la historia económica y política de
Venezuela.
- ¿Y la reforma agraria de Medina, como fue?
- La
Reforma Agraria que aprobó el Congreso en 1945 sobre un proyecto
elaborado por una comisión sumamente calificada y amplia en la que
estuvieron representados los mas diversos sectores políticos y los mas
calificados especialistas. Esta fue una Ley modelo de sensatez y de
amplitud, que hubiera asegurado una transformación estable y prospera
del sector campesino y que desgraciadamente el golpe de octubre de 1945
dejo sin aplicación hasta que 15 años, mas tarde, se dicto la
contradictoria y demagógica Ley que ha producido el fracaso de la
Reforma Agraria.
- ¿Qué nos dice de la política social?
- Fue
bajo el Gobierno de Medina que se estableció el Seguro Social
Obligatorio con toda su inmensa significación social, que se dio el voto
las mujeres por primera vez en nuestra historia para la elección del
Poder Municipal, y que se reconoció a los hijos naturales el derecho de
conocer a su padre, de probar la paternidad natural ante los Tribunales y
de concurrir con los hijos legítimos a la sucesión paterna.
Vistas
en su conjunto, estas grandes reformas configuran una transformación
tan importante y profunda que puede decirse que no ha tenido precedentes
ni equivalentes en la historia del último medio siglo;
- ¿Y la política exterior?
- Habría
que mencionar también la política internacional de Medina durante la
Segunda Guerra Mundial, su actitud ante los Estados Unidos y su posición
de firmeza en el delicado asunto de la posición de las Antillas
Holandesas. El discurso que pronuncio ante el Senado de los Estados
Unidos con ocasión de su visita oficial es irreprochable y representa
una actitud que muy pocas veces ha podido y sabido tomar otro país
hispanoamericano.
- ¿Es
cierto que fue usted quien aconsejo a Medina que no estableciera el
sufragio universal para elegir al presidente de la republica?
- No
es cierto que yo ni nadie específicamente se haya opuesto a la
instauración de la elección del Presidente de la Republica y Congreso
por medio del sufragio universal. Estaba en la mente de todos que ese
era un paso necesario que había que dar en el momento oportuno para
completar la estructura formal de nuestra democracia. En el programa del
PDV se anunciaba esta importante reforma y hay documentos públicos y
pronunciamientos del Partido en distintas ocasiones en que se ratifica
este compromiso. Las dudas surgían en muchas mentes sobre la oportunidad
de hacer la transcendental reforma. Se pensaba, y con razón, que
vivíamos un periodo de transición difícil que exigía tacto y prudencia
para alcanzar los fines sin riesgos de ruptura. Era evidente que no
había habido tiempo desde la muerte de Gómez para que se estructuraran
en el país fuerzas políticas suficientemente poderosas para
asegurar la estabilidad y que la tradición de la dictadura con apoyo
armado estaba todavía muy próxima. Se estaba consciente de que a la
muerte de Gómez, la estructura del poder reposaba en un ejército
predominantemente comandado por jefes tachirenses, y muchos hombres
pensaban que se podía correr un riesgo innecesario al romper brusca y
aparatosamente los aspectos mas visibles de esta situación. Esto llevo a
la convicción de hacer la transición en dos etapas. Elegir un
Presidente civil pero tachirense en 1946. Este fue el caso de Escalante y
posteriormente el de Biaggini. Y una vez establecido este precedente de
la magistratura civil, dar el otro paso de la reforma constitucional
para que en las elecciones de 1951 se hubiera elegido por sufragio
universal y directo al Presidente de la Republica. Nadie puede saber hoy
si se exagero en el temor a estos riesgos o si eran reales. La ruptura
violenta de 1945 altero todo el proceso y de hecho fue un regreso a la
vieja formula de la intervención militar.
- ¿Por que no fue usted el candidato del PDV a la presidencia en 1945?
- Desde que se fundo el PDV y en relación directa con el papel importante que me toco desempeñar
en el Gobierno y en el Partido, mi nombre fue mencionado muchas veces
como el de un posible candidato a la sucesión presidencial del General
Medina. Puedo decir que el propio Presidente vio con buenos ojos esta
posibilidad y que en el pensamiento de la mayoría de los dirigentes se
pensaba que dentro de la continuidad de aquella política, tarde o
temprano yo seria un seguro candidato a la Presidencia. Había, sin
embargo, otros aspectos que era necesario tener en cuenta. Desde 1899,
se había creado una situación política en Venezuela caracterizada por la
jefatura política de jefes militares tachirenses: Castro, Gómez, López
Contreras y Medina. La interrupción pacifica y evolutiva de esta
situación estaba en la mente de todos, pero se pensaba que había riesgos
ciertos en tratar de precipitarla. Era tan fuerte el sentimiento
regional que la propia designación mía como Secretario de la Presidencia
de la Republica no dejo de ser mal vista por muchos sectores por el
hecho de no ser yo de esa región. Medina, que estaba muy por encima de
estas estrechas miras parroquiales y que deseaba sinceramente adelantar y
ampliar el camino del país hacia la democracia, no podía dejar de tomar
en consideración esta situación.
Como
ya lo he dicho, se había pensado en una transición que abarcara dos
periodos. Uno primero con un Presidente civil que interrumpiera la línea
de los jefes militares, y luego, posteriormente, con la reforma
constitucional que estableciera la elección universal y secreta para la
Presidencia. Se pensaba que en esta forma podía asegurarse de una manera
sólida y libre de riesgos la evolución de Venezuela hacia la
democracia. La candidatura del doctor Escalante correspondió a este
propósito. Al quedar inhabilitado el doctor Escalante, se pensó en
alguien que pudiera llenar las condiciones que este representaba y por
ello la escogencia recayó en el doctor Ángel Biaggini, distinguido
jurista y político tachirense que tenia el prestigio de haber presidido
en el Ministerio de Agricultura el proceso que llevo a la adopción de la
Reforma Agraria. Lamentablemente, el mal no fue evitado. Los que
estaban dispuestos a apoyar a Escalante, se volvieron acérrimos
detractores de Biaggini y la ruptura violenta del proceso democrático
vino a ocurrir de todas maneras.
- ¿Es cierto que Medina estaba informado sobre la conspiración?
- Con
frecuencia llegaban al General Medina denuncias mas o menos fundadas
con respecto a presuntas actividades conspirativas de oficiales de
Ejército. Por carácter y convicción, se inclinaba a dudar de la seriedad
de este tipo de acusaciones. Estaba convencido, y con razón, de que
realizaba el Gobierno mas liberal y democrático que Venezuela había
conocido y de que no existía en el ni en los que lo rodeaban la menor
idea de predominio y permanencia. Tenía además mucha fe en la lealtad de
los oficiales y los trataba con tolerancia y paternalismo. La denuncia
de la conspiración debió llegar a su conocimiento dos o tres días antes
del 18 de octubre de 1945. Fue entonces cuando decidió proceder, pero
aun en este caso, ordeno hacerlo con mucha prudencia y cautela. Me dijo
en esa ocasión que no quería que por una precipitación se fuera a
ocasionar un grave daño para la reputación y la carrera de un oficial
del Ejército. En otras ocasiones he narrado públicamente y por escritos
mis recuerdos de los sucesos de esos días.
Así
termino Arturo Uslar Pietri sus confesiones sobre Medina y su gobierno,
una placida tarde en mi residencia de embajador ante la Unesco en
Paris. Uslar hablo entonces con serenidad y con justicia sobre la vida y
la obra del magistrado depuesto por la fuerza y la violencia el 18 de
octubre de 1945. Uslar hablo sin odios ni resentimientos, dejando para
el juicio de la historia el dictamen definitivo acerca de aquel funesto
cuartelazo que nos hizo retroceder hacia la época de la barbarie porque
la ruptura del proceso institucional le abrió las puertas de nuevo al
hombre del sable y de instintos primarios representado en Pérez Jiménez.
FIN DE LA ENTREVISTA Y DEL COMENTARIO FINAL.
Sanin
es Alfredo Tarre Murzi, fue: periodista, escritor, abogado laboral,
profesor aniversario, parlamentario, ministro, embajador, etc.
Además
de esta obra; Los adecos en el poder. También escribió con el seudónimo
de Sanin: Democracia con energía; Gracias a ti; Cuando el hombre no
camina; Venezuela Saudita. Todas con fuertes criticas a la gestión de
Carlos Andrés Pérez en su primera presidencia. Y la obra: López
Contreras, de la tiranía a la libertad.
Como Tarre Murzi: La nueva diplomacia; La política laboral; El Estado y la Cultura.
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